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domingo, 16 de octubre de 2011

EL PODER INFINITO DE SU MENTE

Durante todo el día usted es tentado a entrar en el círculo de los pesimistas, de aquellos que pregonan que la situación va mal, que el petróleo está robando todo lo que usted gana, que la inflación le está comiendo una pierna, que la crisis mundial nos llevará al hambre; y así sucesivamente.
Recuerde que, en tanto usted queda ahí criticando a Dios y a todo el mundo, otras innumerables personas continúan enriqueciéndose. No olvide que, aun en épocas de depresión, como durante la 2ª. Guerra Mundial, mucha gente continuó ganando más y más.
Póngase en la cabeza que usted nació para vivir en la abundancia. Esta es su única verdad. El resto es ilusión. No alimente pensamientos de rebelión, de pesimismo y de carestía, porque es eso lo que atraerá.
Tampoco piense que sólo podrá progresar dando puñetazos y trabajando como un desgraciado. Haga fluir la riqueza naturalmente hacia usted. Ella le pertenece.
No cree imágenes negativas sobre su estado financiero. No piense: "Caramba, no puedo pagar el alquiler, no tengo dinero para ese vencimiento, no me alcanzará para comprar esa ropa o comida; todo está tan caro; estoy pasando hambre, voy de mal en peor".
Sustituya todo pensamiento negativo por afirmaciones decididamente positivas: "Yo tengo siempre todo lo que necesito y todas mis necesidades son plenamente satisfechas".
Diga muchas veces por día, hasta impresionar vivamente su subconsciente: "Las riquezas de Dios están afluyendo hacia mí y todas mis cuentas son pagadas debidamente y siempre me sobra la abundancia infinita".
Al recibir una cuenta que pagar, agradezca de inmediato por tener ya en sí el dinero para pagarla, e imagínese tomando el dinero necesario en su Banco Divino.
No necesita pedir desesperadamente el dinero a Dios ni precisa implorar un millón de veces, formulando mil promesas y penitencias para obtener lo que necesita. Este tipo de actitud significa que existe la duda dentro de usted y significa que experimenta el miedo de no recibir. Elimine de usted todo y cualquier pensamiento negativo.
Dios siempre lo escucha y no puede dejar de atenderlo. Usted está utilizando una ley que nunca podrá fallar ni Dios podrá modificarla.
Todo lo solicitado ya viene junto con la provisión. Esta es la ley de la opulencia. Cuando usted pide, ya está, ipso facto, atendido.

~Lauro Trevisan


Extraído de su libro EL PODER INFINITO DE SU MENTE

1 comentario:

asian bridal dijo...

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