Vistiendo un característico guardapolvos blanco de laboratorio desde que obtuvo su doctorado en Biología Celular en la Universidad de Columbia hace 20 años, Gloria Gronowicz es la última persona que esperarías que dé crédito a la "táctil disciplina" que es la medicina energética. Pero luego la investigadora de la Universidad de Connecticut lo vió con sus propios ojos, bajo un microscopio de alta poder en su propio laboratorio, donde una vez, solo se respetaban las bien conocidas y aceptadas bases constitutivas biológicas: proteínas, mitocondrias, ADN, etc.Sanadores energéticos entrenados realizando Toque Terapéutico estimularon significativamente el crecimiento de células de huesos y tendones en laboratorio.Sus resultados, publicados recientemente en dos jornales científicos, proveen nueva evidencia de que podría existir un potente campo energético que, cuando es canalizado a través de manos humanas, puede influenciar en el curso de eventos a nivel celular."Lo que ella está mostrando es una asociación que desafía cualquier explicación con lo que conocemos al momento," dijo Margaret A. Chesney, una profesora de medicina en la Universidad de Maryland y ex-directora ejecutiva del Centro Nacional de Medicinas Alternativas y Complementarias del Instituto Nacional de Salud. "Ella es Daniel Boone."Gronowicz y otros dicen que se necesitan más estudios para descubrir cómo y por qué el Toque Terapéutico parece estimular el crecimiento celular - y si los descubrimientos pueden aplicarse a tratamientos de pacientes."Debería alguien con osteoporosis o una pierna quebrada ir a un terapeuta Reiki?" dijo Gronowicz. "No lo sabemos."A través de la historia y de las diferentes culturas, sanadores espirituales han creído desde siempre que mediante la aplicación de las manos se podía curar enfermedades y calmar dolores. En los últimos 30 años, varias formas de sanación energética - a veces llamada Reiki, Qigong, Toque Terapéutico, o Healing Touch - han encontrado la forma de entrar en hospitales e instalaciones clínicas.Generalmente es una práctica descreída en ambientes médicos. Inclusive cuando estudios preliminares mostraron evidencia de sanación en pacientes tratados con terapias energéticas, fue imposible decir si la mejora era el resultado del toque. Más aún, los críticos sugirieron que este tipo de terapias simplemente mejoraban el cuadro de referencia mental del paciente, promoviendo la respuesta curativa.Gronowicz estaba en el lado de los dudosos. Había utilizado su carrera estudiando la biología de las células óseas. Su trabajo con hormonas, factores de crecimiento e ingeniería de tejidos ha echado luz sobre los elementos del hueso -un lento, a veces tedioso esfuerzo que ella espera ayude algún día a que los doctores encuentren tratamientos para enfermedades discapacitantes.Pero cuando un colega le pidió colaborar en un experimento que analizaba el poder del Toque Terapéutico, a ella le dió curiosidad. Como profesora a tiempo completo del departamento de cirugía, con el respeto y sentimiento de pertenencia a su tierra, Gronowicz tenía la estatura para interesarse en un esfuerzo que algunos de sus colegas científicos podían llamar simplemente "tonterías"."Si recién estuviera comenzando, sería el fin de mi carrera", dijo Gronowicz.Ella aplicó para una subvención del Instituto Nacional de Salud (INS) para financiar un experimento diseñado para aislar el dilema mente/cuerpo de la cuestión de la sanación energética aplicando técnicas de Toque Terapéutico a células presumiblemente inanimadas cultivadas en una incubadora.En un principio, inclusive la rama del INS que financia investigaciones en medicina alternativa y complementaria la rechazó. Eventualmente, ella recibió $250,000 para su estudio.Luego, en el transcurso de tres años, profesionales de Toque Terapéutico iban al laboratorio dos veces por semana, limpiaban sus mentes y, en sesiones de 10 minutos, colocaban sus manos a unos centímetros de las células contenidas en platos plásticos de laboratorio fijados a un soporte de metal."Recuerdo haber ido y pensado, 'Cómo voy a dirigir compasión y sanación a un disco plástico?'" dijo Holly Major, enfermera y profesional de Toque Terapéutico en el Hospital Griffin de Derby, quien participó del estudio.Para poner a prueba el Toque Terapéutico, las células cultivadas se dividieron en tres grupos.Un disco de células fue tratado por un sanador entrenado. Un segundo set de células fue tratado por estudiantes no entrenados que fueron instruídos para colocar sus manos sobre el disco plástico por 10 minutos dos veces por semana. Un tercer disco de células quedó ignorado en su soporte de metal.Luego del tratamiento, los platos eran retornados a la incubadora. Los científicos que luego examinaban las células bajo el microscopio no sabían a qué grupo pertenecía cada disco.Para el asombro de Gronowicz, las células tratadas por profesionales de Toque Terapéutico entrenados crecieron más rápido y más fuertes que aquellas que recibieron el tratamiento falso, o las que no recibieron ninguno."El Toque Terapéutico estimuló el crecimiento de células óseas, de tendones y de piel en tasas estadísticamente significativas", dijo Gronowicz.Ella testeó las células utilizando diferentes marcadores biológicos de crecimiento, y cada prueba confirmó su hallazgo. En una prueba, Gronowicz descubrió que las células tratadas con Toque Terapéutico habían crecido al doble de la tasa de las células no tratadas.Adicionalmente, las células tratadas con Toque Terapéutico además absorbieron más calcio, el mineral escencial para desarrollar huesos fuertes. Sus descubrimientos fueron publicados en el Journal of Orthopaedic Research and The Journal of Alternative and Complementary Medicine.Gronowicz también examinó a células óseas con cáncer. El cáncer ocurre cuando las células crecen fuera de control, por lo tanto un tratamiento que estimule el crecimiento podría ser perjudicial para personas con cáncer. Pero a diferencia de las células sanas, las células con cáncer no parecieron ser estimuladas por el Toque Terapéutico - un descubrimiento interesante, aunque no totalmente explicado, dijo Gronowicz.Fuera del crecimiento óseo, los descubrimientos podrían comenzar a explicar por qué las personas con fuertes sistemas de apoyo social parecen ser más sanas y se recobran con mayor facilidad de las enfermedades que aquellas personas que están aisladas. Tal vez no esté todo en sus cabezas."En este caso, los huesos no sabían, eso es lo que hace que lo que ella hizo sea tan intrigante", dijo Chesney. "Para nuestro entendimiento, esas células no sabían quién era un sanador y quién no."
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